¿Qué ver en Tailandia en un viaje diferente?

Qué ver en Tailandia

Al pensar en qué ver en Tailandia, descubrimos todo un viaje de descubrimientos que va más allá de lo que hayamos pensado. Desde el bullicio de Bangkok, la ciudad más grande del Sudeste Asiático, hasta los susurros del pasado de las antiguas ciudades de Ayutthaya y Sukhothai. Tailandia es una postal inolvidable que añade aventura para cada viajero.

Al fin y al cabo, la belleza de Tailandia no se limita a sus imponentes templos y palacios. También se extiende hasta otros rincones más tranquilos y menos explorados. El mercado flotante del río Kwai, por ejemplo, es una escapada que permite a los visitantes zambullirse en la vida local, mientras que islas como Koh Samui son el refugio perfecto para quienes buscan tranquilidad junto al mar.

En el corazón del país, ciudades como Phitsanuloke y Lampang ofrecen una pausa tranquila del ritmo acelerado de las áreas más turísticas. Y para aquellos que buscan una conexión más profunda con la cultura tailandesa, Chiang Mai, es un destino que no se puede pasar por alto. Aquí se encuentra el verdadero corazón de Tailandia.

Cada destino en Tailandia cuenta una historia. Cada ruta desvela un nuevo matiz cultural a explorar. Este viaje por lo que ver en Tailandia promete no solo ver lo más bonito o sorprendente, sino también una experiencia cultural que va más allá de lo monumental y que tiene ver con una forma de ver la vida.

Bangkok

Palacio de Bangkok

Si vamos a hablar de qué ver en Tailandia, tenemos que empezar con Bangkok. La capital vibrante de Tailandia, es un entramado de modernidad y tradición, donde rascacielos se yerguen junto a templos ancestrales y la innovación se entrelaza con costumbres milenarias.

Al descubrir qué ver en Bangkok, se despliega un abanico de fascinantes posibilidades aptas para todo tipo de viajeros.

Indispensables para los amantes de la historia y la arquitectura son el Gran Palacio y el Templo del Buda Esmeralda. Ambos lugares nos muestran la grandeza de Bangkok desde una perspectiva más histórica.

La escena gastronómica de Bangkok es un deleite para los amantes de la comida, abarcando desde humildes (pero sabrosísimos) puestos de comida callejera hasta elegantes restaurantes con estrella Michelin.

Un secreto: los mercados nocturnos son el escenario ideal para degustar la auténtica cocina tailandesa.

De hecho, Bangkok se erige también como un destino predilecto para las compras. Destacan sus mercados tradicionales llenos de artesanía, pero también centros comerciales y tiendas boutique. El contraste entre algunas de las calles más lujosas del mundo y sus mercados flotantes, es inenarrable.

Una excursión al mercado flotante del río Kwai es imprescindible, permitiendo una inmersión en la vida local y la cultura fluvial de Tailandia.

Para un respiro del bullicio, los mejores hoteles de Tailandia aguardan en Bangkok, ofreciendo estancias lujosas con panorámicas deslumbrantes de la metrópoli y el río Chao Phraya.

Y para los noctámbulos, Bangkok ofrece una vida nocturna vibrante. Hay espectáculos, discotecas, shows y conciertos en todas partes, esperándote para sorprenderte.

Ayuttthaya

Ayuttthaya

Ayutthaya, una vez el corazón corazón del Reino de Siam, hoy se presenta como un fascinante campo arqueológico. Un lugar que narra silenciosamente los cuentos de un pasado grandioso.

Parada imprescindible entre lo que ver en Tailandia, los viajeros se encontrarán ruinas de templos y palacios que antaño fueron el epicentro de una civilización única y casi olvidada.

El Parque Histórico de Ayutthaya, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es un tesoro que guarda historias increíbles. Los vestigios de Wat Phra Si Sanphet, Wat Mahathat y Wat Chaiwatthanaram muestran el esplendor arquitectónico y la riqueza cultural que floreció en estas tierras.

La ciudad también ofrece una inmersión en la vida local a través de su mercado flotante, donde las tradiciones fluviales continúan vivas. Un paseo en barco por los ríos que rodean Ayutthaya brinda una perspectiva única sobre cómo el agua ha moldeado la vida y la historia de esta región.

No menos intrigante es el encuentro con la imagen del Buda reclinado en Wat Lokayasutharam. Y para aquellos interesados en las interacciones culturales, el Museo Chao Sam Phraya ofrece una colección intrigante de artefactos que relatan la relación entre Ayutthaya y otras civilizaciones antiguas.

Angthong

Wat Muang

Angthong, ubicada en el corazón de Tailandia, es hogar de una de las representaciones budistas más impresionantes del país, el Gran Buda del Monasterio de Wat Muang. Al decidir qué ver en Tailandia, este monumento se eleva, literalmente, como un destino imperdible.

El Gran Buda es una estatua imponente que se alza con una altura de 92 metros, siendo una de las más altas del país. Su estructura dorada brilla bajo el sol tailandés, creando un espectáculo visual que evoca la esencia espiritual de Tailandia.

El Monasterio de Wat Muang no solo alberga esta maravillosa estatua, sino que también es un centro de espiritualidad y reflexión. Los jardines bien cuidados y los edificios tradicionales que rodean la estatua proporcionan un ambiente de paz y serenidad, invitando a los visitantes a explorar más allá y descubrir la rica tradición budista que permea la región.

Visitar el Gran Buda es una experiencia que conecta a los viajeros con la profundidad de la herencia cultural y espiritual de Tailandia, ofreciendo una perspectiva única en la devoción y la historia que forman el tejido de esta tierra. Una manera de entender mejor el amplio sentimiento budista de la población del país.

Sukhothai

Sukhothai

Sukhothai, cuyo nombre evoca el alba de la felicidad, es una página viviente en la historia de Tailandia. Al decidir qué ver en Sukhothai, los visitantes se adentran en una época dorada donde las raíces de la identidad tailandesa comenzaron a tomar forma.

El Parque Histórico de Sukhothai, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es el corazón latente de esta antigua capital. Entre sus ruinas bien conservadas, los templos como Wat Mahathat y Wat Si Chum muestran la esencia de la arquitectura y la espiritualidad budista que floreció hace siglos.

La tranquilidad que envuelve a Sukhothai nos invita a explorarla a un ritmo pausado. Recorrer en bicicleta los senderos que serpentean entre las antiguas estructuras permite una conexión íntima con la historia. Una historia que se respira en cada piedra y estatua.

No muy lejos, el Parque Histórico de Si Satchanalai ofrece otro vistazo al legado arquitectónico y cultural de la era Sukhothai.

Lampang

Lampang

Lampang, situada en el norte de Tailandia, es un remanso de tranquilidad y autenticidad para los viajeros. Al buscar qué ver en esta ciudad, se nos revela un escenario menos concurrido, pero igualmente rico en cultura, historia y belleza natural.

El Templo Wat Phra That Lampang Luang es sin duda el icono de Lampang. Este templo, que data del siglo XIII, es un magnífico ejemplo de la arquitectura Lanna. Muestra una elegante fusión de la cultura budista asiática y las tradiciones locales en cada detalle de su diseño.

Continuando con este viaje espiritual, el Templo Wat Pong Sanuk y el Templo Wat Si Rong Mueang son otros lugares que reflejan la devoción y la artesanía tradicional de la zona.

Lampang también es hogar del Centro de Conservación de Elefantes, un refugio que proporciona un hogar seguro y cuidados para estos majestuosos animales. La visita al centro no sólo brinda la oportunidad de aprender sobre los esfuerzos de conservación, sino también de interactuar con los elefantes de una manera respetuosa.

La ciudad también alberga mercados locales y talleres de cerámica, donde la tradición y la artesanía se celebran y continúan floreciendo. Un paseo por las calles de Lampang revela una mezcla encantadora de arquitectura colonial y tailandesa.

Chiang Mai

Chiang Mai

Chiang Mai, la joya del norte de Tailandia, se presenta como un enlace fascinante entre el pasado y el presente. Al explorar qué ver en Chiang Mai, se descubre un mundo donde la tradición sigue importando y mostrándose a cada paso.

El corazón histórico de Chiang Mai se encuentra en su casco antiguo, donde las murallas centenarias y los moats encierran un laberinto de templos y calles adoquinadas. El Templo Wat Phra Singh y el Templo Wat Chedi Luang son emblemas de la rica tradición budista de la ciudad. Ambos merecen dedicarle tiempo, para ver cada detalle.

Más allá del casco antiguo, el Templo Wat Phra That Doi Suthep se yergue en la cima de una montaña, ofreciendo vistas panorámicas de Chiang Mai. Más allá de las vistas, el templo es precioso. La escalinata adornada con serpientes Naga guía a los visitantes hacia el templo, donde la paz y la reflexión aguardan.

Chiang Mai también es conocida por su vibrante escena cultural y artística. Los mercados locales como el Bazar Nocturno y el Mercado de Warorot son escenarios llenos de color y creatividad, donde se puede apreciar y adquirir artesanías locales, textiles y delicias culinarias. Productos, además, muy diferentes a los del resto del país.

La ciudad es también un epicentro de festivales tradicionales, como el Loi Krathong y el Songkran. Si vas en esa época, te van a encantar.

La aventura aguarda en las afueras de Chiang Mai, con sus selvas tropicales y sus diferentes grupos étnicos. Si lo deseas puedes explorar estas culturas y la selva tropical.

Koh Samui

Koh Samui

Para acabar, hablemos de Koh Samui. Imprescindible si queremos playa, se trata de una isla de cocoteros y aguas turquesas, es pleno Golfo de Tailandia.

Uno de los iconos de la isla es el Gran Buda de Wat Phra Yai, una estatua majestuosa que se alza con 12 metros de altura tras una gran escalinata, ofreciendo un lugar de reflexión y vistas panorámicas de la bahía circundante.

Las playas de Koh Samui son un destino en sí mismas. Chaweng y Lamai son las más populares, con sus arenas suaves y aguas cristalinas que invitan a la relajación y al disfrute del sol tropical.

Para una experiencia cultural auténtica, el pueblo de pescadores de Bophut ofrece un vistazo a la vida local. Aquí, entre casas de madera tradicionales podremos visitar su mercado nocturno que cobra vida con delicias culinarias y artesanías locales.

Los amantes de la naturaleza encontrarán en el Parque Nacional Marino de Ang Thong un paraíso para explorar. Aunque no es parte de Koh Samui, su proximidad permite excursiones de un día para descubrir las islas vírgenes y las maravillas submarinas que este parque resguarda.

El ambiente relajado de Koh Samui se complementa con una gama de spas y centros de bienestar, donde los tratamientos tradicionales tailandeses proporcionan un rejuvenecimiento profundo.

En resumen, hay mucho qué ver en Tailandia. Si quieres, podemos prepararte un viaje completamente a tu medida, ya sea a estos u otros lugares del país.

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