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Las experiencias gastronómicas nos permiten vivir nuestra relación con la comida de una manera muy diferente. Conocer sabores diferentes y, sobre todo, descubrir nuevas maneras de relacionarnos con lo que comemos.
A veces, basta con cambiar el lugar donde te alimentas, otras veces se trata de ir a la propia fuente de la comida o, simplemente, de un servicio que te hace descubrir un mundo completamente nuevo.
Aquí no hablamos de gastronomía exótica y de platos extraños, sino de la experiencia en sí que se vive al degustar platos que no tienen por qué ser tan diferentes. En este caso, es el entorno, la situación que vives, pero también la calidad de la comida.
Así que vente con nosotros a recorrer este viaje por el mundo, empezando en nuestro país, España, y terminando bajo el océano en uno de los mejores hoteles de Maldivas.
Degusta el mar en Aponiente (España)
Es difícil elegir una única experiencia en nuestro país, pero una que nos sirve a la perfección para escapadas de fin de semana en España es acercarnos hasta Aponiente, en El Puerto de Santa María (Cádiz).
Con tres estrellas Michelin, este restaurante no solo es un lugar dónde comer, sino también un lugar donde aprender a vislumbrar el futuro de la alimentación.
El propio recinto, un antiguo molino de mareas reconvertido, con su propio laboratorio de investigación, y antiguas salinas y esteros donde se cultivan gran parte de los alimentos que vas a tomar, ya merece la pena.
Una de las curiosidades de este lugar es que todos los platos que pruebes, incluyendo los postres, tienen ingredientes que provienen del mar. El sobrenombre que recibe su chef, Ángel León, El Chef del Mar, no podría ser más adecuado.
Sin embargo, lo que realmente marca la diferencia son los alimentos que vamos a tomar. Ángel León es uno de los mayores innovadores a nivel mundial, probando y cultivando nuevos alimentos marinos, tipos de algas o partes y especies de peces que no se comían hasta el momento.
Podrás probar los primeros resultados del Proyecto Nautilus, un proyecto común del restaurante con la Unión Europea, basado justamente en eso: encontrar nuevos alimentos sostenibles que provengan del mar y que puedan ser la base de la alimentación de la humanidad en el futuro.
Conocido por inventar el plancton en la cocina, otro de sus últimos descubrimientos era un cereal marino parecido al arroz, que se podía cultivar fácilmente.
En definitiva, aquí no solo vas a probar una cocina vanguardista de infarto, sino conocerás los nuevos alimentos de las próximas décadas.
Comer carne de Kobe con un chef privado en Kioto (Japón)
Cualquier guía sobre qué ver en Japón te recomendará el barrio de Gion, en Kioto. Conocido como el barrio de las geishas y sus aprendices, podemos verlas paseando por el barrio entre sus callejuelas estrechas con casas de madera.
En una de estas casas podremos encontrar otra de las experiencias gastronómicas más interesantes de Japón. En este caso hablamos del restaurante Mouriya Gion, aunque hay otras opciones similares.
Lo interesante de este lugar es que no se trata simplemente de comer carne de Kobe frente a una teppanyaki (plancha de barbacoa japonesa), sino que tienes a un chef privado para ti que te explica todo lo que estás comiendo.
Por supuesto, no solo comes la carne, sino un menú entero que incluye sopa de miso, verduras a la plancha, acompañamiento de arroz o pan y ensalada, así como el postre y la bebida.
Pero lo que realmente hace la experiencia única es que el chef, a la vez que te va cocinando las partes de Kobe que haya seleccionado, te va explicando cómo comerla y por qué. Igual necesitas un chip de ajo, o mojarla en salsa de soja o comer ese trozo concreto solo con sal gorda.
Siempre con el punto perfecto, entenderás por qué el Kobe está considerada la mejor ternera del mundo.
Aunque, ya que estamos allí, lo más recomendable es elegir carne de Kobe, si queremos una experiencia más económica, podemos elegir otras terneras japonesas más económicas. La experiencia será igual, solo que en vez de tenerla con la mejor ternera del mundo, la tendremos con una ternera excelente y nos ahorraremos unos euros.
Recorre los viñedos y haz una cata en la Ruta Jardín (Sudáfrica)
Ya te hemos contado Sudáfrica cuenta con su propia capital del vino. A las afueras de Ciudad del Cabo, se sitúa el Valle de Stellenbosch, probablemente uno de los lugares más diferentes e interesantes que podremos ver en nuestros viajes a África.
Stellenbosch, la capital del valle, es, además, la segunda ciudad más antigua de Sudáfrica. Cuenta con una ruta del vino interesantísima que te llevará a diferentes bodegas y catas, algunas activas desde el siglo XVIII.
Además de Stellenbosch, podremos visitar viñedos y hacer catas en las vecinas Parl y Franschoek, en el llamado triángulo del vino. Hacer esta ruta del vino es super interesante si somos aficionados al enoturismo y nos permitirá descubrir vinos muy diferentes a los europeos.
Es también interesante a nivel arquitectónico, pero, sobre todo, es increíble ver en sus más de 200 bodegas como han convertido un país sin tradición vinícola en uno de los principales productores del mundo.
Esta zona forma parte de la Ruta Jardín, un recorrido que va de Ciudad del Cabo a Port Elizabeth y que se ha convertido en el road trip más popular de África. Eso sí, recuerda hacer noche allí y si bebes, no conduzcas, así disfrutarás al máximo la experiencia sin tener que preocuparte.
Comer ostras recién pescadas en el Algarve (Portugal)
Otra de las experiencias de viaje de lujo que más nos gustan son las que te permiten descubrir de dónde vienen los alimentos que comemos. Uno de los alimentos más asociados al lujo, sin lugar a dudas, son las ostras.
En este caso, nuestra propuesta nos mantiene cerca de casa y nos llega hasta el Algarve. En ciudades como Faro o Albufeira, existe la posibilidad de pescar ostras con pescadores locales.
Eso sí, aquí no esperes gran lujo. Lo interesante de la experiencia es que te montarás en un barquito pequeño, con el que salen habitualmente a faenar. Llegarás a la zona donde las ostras crecen y verás cómo se sacan.
Después, por supuesto, podrás probar las ostras más frescas que vas a tomar en tu vida. Esta experiencia te va a permitir ver de otra manera cada vez que ves una ostra en tu mesa y entender por qué tienen el precio que tienen.
Pocas experiencias hay más satisfactorias que probar algo que acabas de sacar del mar.
Cena bajo las estrellas en el desierto de Wadi Rum (Jordania)
Muchas veces, las experiencias gastronómicas no tienen tanto que ver con la comida en sí, sino también con la experiencia cultural. Uno de los ejemplos más claros son las cenas con las tribus del desierto que se pueden hacer con los bereberes en Marruecos o con las tribus de Egipto o Jordania.
En este caso, al pensar en los mejores hoteles en el desierto, nos hemos decidido por Jordania y su desierto de Wadi Rum. En sus campamentos en el desierto, podremos disfrutar de las mejores cenas que vas a tener en tu vida.
No solo por la calidad de la comida, espectacular, sino porque viene acompañada por dos elementos que lo convierten en una noche inolvidable. Por una parte, la noche estrellada más intensa que vas a vivir, como solo se puede en el desierto.
Por otra, el espectáculo tribal de danza y tambores, que convierte la cena en una inmersión cultural total entre los habitantes del desierto. Así, el té con hierbabuena y los tayines adquieren otro significado.
Les Grands Buffets, el buffet de lujo de Narbona (Francia)
Todos hemos vivido la experiencia de ir a un buffet libre. Entrar, que se te vayan los ojos entre decenas de opciones y tener que elegir. Sin embargo, por lo general, la calidad de la comida no destaca.
En Narbona, al sur de Francia, hay una excepción. El buffet libre de lujo preferido por los grandes chefs, Les Grands Buffets. Por algo más de 50€ puedes comer comida y materia prima de primera calidad.
Inspirado en los buffets de los antiguos reyes de Francia, podrás encontrar desde decenas de foies diferentes, muchísimos tipos de marisco, incluyendo cuatro tipos de ostras diferentes, casi un centenar de quesos, postres de todo tipo incluyendo fuentes de chocolate blanco y negro, platos tradicionales como el cassoulet, plancha para hacer entrecots o rodaballos, entre otros, al momento.
Todo tiene tan buena pinta, que elegir qué comer es una experiencia complicada. Incluye el agua, con jarras de agua con hielo a tu disposición, aunque si queremos refrescos o algunos de sus más de 70 vinos, habrá que pagarlos aparte.
Ir al buffet favorito de los grandes chefs es toda una experiencia gastronómica que hará que ninguna futura visita a un buffet sea similar.
Comer entre tiburones y peces de colores en un restaurante submarino (Maldivas)
Aunque hay varios restaurantes submarinos en Maldivas, nosotros hemos elegido el restaurante del Anantara Kihavah, por ser uno de los mejores hoteles del archipiélago.
Una de las diferencias de entre este restaurante y otras opciones similares es que también cuenta con una bodega submarina.
La experiencia es clara y sencilla. Te sentarás en una mesa junto a un gran ventanal donde se acercarán la fauna del arrecife. Es posible ver tiburones con suerte, tortugas y peces de todo tipo, que nos acompañarán mientras degustamos sus especialidades.
Entre ellas, no podemos dejar de mencionar la ensalada de langosta, con raíces de lirio de agua, pomelo, coco verde, cítricos y aliño de lima y cilantro. O la lubina con langostinos salteados, puerros con nata y cangrejo de las nieves, espárragos verdes, tinta de calamar y salsa holandesa.
Degustar sushi recién hecho en Tokio (Japón)
Por último, también tenemos que hablar de unas de esas experiencias gastronómicas desconocidas pero que pueden cambiarte la vida. En el barrio de Gotanda se encuentra Sushiryori Inose, un restaurante de sushi que destaca por su familiaridad.
Se trata de un restaurante muy pequeño, en el que podrás sentarte en la barra y el chef te explicará cada bocado que sushi que tomes, sacándote el pescado y preparándolo delante de tus ojos.
Aquí no puedes elegir que sushi quieres, sino que pagas una tarifa plana y él te va preparando según lo que haya encontrado en el mercado. Tampoco podrás elegir si tiene o no wasabi, el chef lo pondrá cuando lo vea necesario y no lo hará cuando no lo haga.
Con un servicio excelente también por parte de su mujer, es un lugar ideal para conectar con locales, que son la clientela habitual y sentirte realmente como en casa, algo que no siempre es fácil en un país tan individualista como Japón.
No habrás probado sushi de verdad, hasta descubrir un sitio como este.
Si quieres hacer un viaje y disfrutar de las mejores experiencias gastronómicas, consulta con nosotros. Te prepararemos un viaje completamente a tu medida.