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Buscar destinos en Oceanía es prepararse para hacer un gran viaje. No solo por la distancia física, al ser el continente más alejado del nuestro, sino también al llegar a lugares con una manera muy diferente de entender la vida.
Puede que Australia y Nueva Zelanda sean más similares a países europeos como el Reino Unido, pero aun así conservan sus propias culturas aborigen y maorí, que son muy diferentes.
Y si dejamos las grandes islas para ir a los atolones del Pacífico, las diferencias culturales aumentan. No en vano, este lugar enamoró a los pintores franceses como Gauguin a final del siglo XIX.
La libertad, la manera de entender la vida, su conexión con la naturaleza y con los demás, son aspectos que los isleños de Oceanía han sabido mantener en los dos últimos siglos, manteniéndose orgullosos de su cultura.
A la vez, han desarrollado una infraestructura turística de primer orden, especializándose en el lujo sostenible. Debido a su situación insular y a los estragos que puede causar el aumento del nivel del mar por el cambio climático, han sido pioneros del turismo sostenible a nivel mundial.
Polinesia Francesa: de Tahití y Bora Bora a las Marquesas
Si queremos viajes a Oceanía que, además, no nos supongan problemas con visados y nos permitan disfrutar del paraíso, la Polinesia Francesa es una opción estupenda.
Es importante entender que hay diferentes archipiélagos dentro de la Polinesia francesa y algunos están bastante alejados entre sí. Así que lo normal es ir solo a uno de estos archipiélagos o, como mucho, a dos.
Nuestra recomendación es ir a las islas Sociedad, que son las más famosas y turísticas. Aquí hay islas como Tahití y Bora Bora, pero también otras menos conocidas como Moorea, Huahine o Taha’a. Las imprescindibles y donde se encuentran los mejores hoteles de Polinesia francesa son Bora Bora y Tahití.
Además, Moorea, Taha’a y Raiatea, donde estaba la antigua capital, completan el viaje por este archipiélago. Aquí encontramos islas volcánicas, con bosques tropicales, playas de arenas cristalinas y cocoteros. Uno de los mejores destinos para bucear que podemos encontrar del mundo.
Para hacer más completo el viaje a Polinesia Francesa, lo más interesante es ver también las islas Marquesas. Uno de los lugares más remotos del mundo, aquí recomendamos visitar al menos Nuku Hiva e Hiva Oa. Se trata de islas mucho más montañosas y donde se pueden hacer también deportes de interior.
Al ser islas más aisladas, la cultura también se ha mantenido más pura que en otros destinos en Oceanía. Otros archipiélagos como las islas Tuamotu o las islas Australes tienen combinaciones de transporte más complicadas y no están tan preparadas para acoger a los viajeros como las islas Marquesas y Sociedad.
Otra de las ventajas de ir a Polinesia francesa respecto a otros archipiélagos de Oceanía es que se puede llegar fácilmente con una única escala en Estados Unidos.
Australia, de Melbourne a la Gran Barrera de Coral
Si es tu primera vez en Australia, tenemos la ruta perfecta para ti. El viaje comenzaría en Melbourne, una ciudad muy dinámica y cosmopolita, con un tiempo similar al de Londres y una vida cultural muy similar a la metrópoli europea.
Cualquier viaje a Melbourne debe incluir el cercano Parque Nacional Port Campbell, donde se hallan los famosos Doce Apóstoles, unas formaciones graníticas que surgen del mar junto a unos acantilados, dando lugar a una de las imágenes más emblemáticas del continente.
Por supuesto, hay que continuar con Sídney, la ciudad más popular de Australia. Aquí la Ópera (te recomendamos comer en su premiado restaurante con vistas) y Bondi Beach son paradas imprescindibles.
A continuación, en Australia hay que ir al desierto y ver el monte Uluru. Para verlo mejor, ya que al ser sagrado está prohibido escalarlo, recomendamos hacer alguna de las rutas en helicóptero que ofrecen por la zona.
Por último, terminaríamos el viaje por la zona de Cairns, rumbo a la Gran Barrera de Coral, en uno de los mejores hoteles en islas privadas del mundo, Lizard Island.
Evidentemente, esto es solo una opción que lleva los imprescindibles que ver en Australia. Pero hay otros lugares como Melbourne, Gold Coast, Perth, Tasmania o Adelaida que se quedarían esperando a la próxima visita.
Australía y su Gran Barrera de Coral también se perfila como uno de los mejores destinos para hacer ecoturismo, si esa es una de las opciones que estás barajando.
En nuestro artículo de viajes a Oceanía ya te recomendábamos también la opción de Tasmania. Con un tamaño ligeramente inferior a Castilla-La Mancha, es una isla bastante más grande de lo que pensamos, con un montón de cosas qué hacer.
Si ya has visto los imprescindibles de Australia, Tasmania es otro de los destinos en Oceanía más sorprendentes. Con, principalmente, turismo nacional australiano, te permitirá conocer mejor la realidad del país lejos de los núcleos turísticos internacionales. La isla cuenta, además, con alguno de los mejores hoteles de Australia.
Samoa, una cultura única en el paraíso
Samoa no es un destino muy habitual para turistas desde España, ya que, generalmente, hacen falta dos escalas. Lo habitual es volar hasta Doha o Dubai para llegar a Nueva Zelanda o Australia y desde allí tomar un vuelo a Samoa. Al final, normalmente es algo más de 24 horas.
¿Merece la pena volar tanto en vez de elegir un destino parecido más cercano como Maldivas o Seychelles? Si estamos buscando destinos de Oceanía únicos, sí.
Es cierto que los principales atractivos son sus playas de arenas blancas y aguas cristalinas como Lalomanu Beach, To Sua Ocean Trench o Satoalepai Beach, pero también cuenta con una cultura samoana única en el Pacífico.
Por ejemplo, en la isla de Savai’i, la más grande y salvaje del archipiélago, encontramos el árbol Sagrado de Pulemelei, en la pequeña población de Mauga. Aquí se encuentra también la estructura de piedra (una pirámide) más antigua de Polinesia. También en Upolu, la isla más poblada y donde se encuentra la capital, podremos aprender sobre la cultura samoana y en qué se diferencia de otras poblaciones del Pacífico.
La naturaleza en Samoa va más allá de las playas, el buceo y el esnórquel. En el interior de Upolu, por ejemplo, se halla el Parque Nacional de O Le Pupu-Pue donde podemos hacer senderismo. También merecen la pena la casacada de Afu Aau y la cascada de Togitogiga.
Fiyi, playas y naturaleza
En cierta forma similar a Samoa, tenemos el archipiélago de Fiyi. Estamos ante otro paraíso del Pacífico, aunque se trata de un lugar aún más turístico que Samoa, al nivel de Tahití o Bora Bora.
Aunque el archipiélago cuenta con más de 300 islas, de las que solo un tercio están habitadas, la mayor parte de los visitantes recorren una pequeña lista, de no más de una docena. La mejor isla a la que ir va a depender mucho del tipo de viaje que queramos hacer.
Por ejemplo, si lo que estamos buscando son resorts de lujo para descansar, cuentan con la isla artificial de Denarau con nueve resorts diferentes con todas las comodidades. Si lo que queremos es ir de mochileros a vivir aventuras, entonces las islas Yasawa son la mejor opción.
Si buscas un destino de los que solo tienen las agencias de viaje especializadas en turismo sostenible, la isla de Kadavu, un paraíso aún escondido, o la exuberante isla de Taveuni “la isla jardín”, pueden ser buenas opciones.
Por supuesto, tampoco nos podemos olvidar de Viti Levu, la isla más grande y la que permite una inmersión cultural más completa. Aquí está la capital y podremos alejarnos un poco del ambiente de resort, aunque también los hay, para vivir el día a día. En Suva, la capital, podemos disfrutar de edificios coloniales y vivir un poco la historia del archipiélago.
Nueva Zelanda: de la isla Norte a la isla Sur
Por último, queremos hablarte de Nueva Zelanda, un destino en Oceanía que está, literalmente, en las antípodas de España. Es decir, atendiendo a la geografía, no hay lugar más lejano. Nada más que por eso, Nueva Zelanda llama la atención, pero si prestamos más atención descubriremos que tiene algunos de los paisajes más espectaculares del globo.
Tampoco nos podemos olvidar de la calidad de los hoteles de Nueva Zelanda y su infraestructura turística, de primera calidad. Nueva Zelanda destaca por su diversidad. En un único país no demasiado grande hay hermosas playas, ciudades cosmopolitas, glaciares, grandes montañas, cuevas, acantilados, viñedos, valles y lagos.
La ruta que recomendamos comienza en Auckland, la ciudad más poblada, para continuar con la zona de Bay of Islands y sus playas espectaculares. De aquí nada como seguir en Rotorua para seguir aprendiendo sobre la cultura maorí y disfrutar de sus paisajes.
De aquí a Taupo, donde tenemos la zona de lagos y volcanes a nuestros pies. Recorrer estos lagos en barco merece mucho la pena para disfrutar del paisaje. También merece la pena Napier, una ciudad capital mundial de art decó junto a Riga. ¡Seguro que no esperabas encontrar esto en Nueva Zelanda!
De aquí a la zona vinícola de la isla norte, antes de ir a Wellington, la capital, y cruzar a la isla sur. En la isla sur nos esperan más sorpresas como Christchurch, Wai Para y Tai Tapu.
Aikaroa, los lagos Tekapo y Wainaka, la cumbre del glaciar Franz Joseph o el fiordo Mildford Sound, junto a Queenstown son parte del resto de sorpresas que podemos prepararte. En la isla sur hay aún más paisaje y más aventura que en la norte.
Si quieres disfrutar de estos destinos en Oceanía, consulta con nosotros para que te preparemos una propuesta completamente a tu medida.