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Un viaje a Francia tiene todo lo que cualquier persona pueda buscar. Playas y glamour en la Costa Azul, grandes castillos y palacios, bosques interminables, los picos más altos de Europa donde esquiar, museos increíbles como el Louvre y, en total, más de 40 lugares declarados Patrimonio de la Humanidad.
Por tanto, quizá lo más difícil que hacer en un viaje a Francia es elegir la ruta. ¿Vamos a París, una de las capitales de la moda en el mundo? ¿Hacemos la ruta de los cátaros? ¿Normandía? ¿Los pueblos centroeuropeos de Alsacia y Lorena? ¿Los castillos del Loira? ¿Esquiamos en los Alpes o los Pirineos?
Elegir es difícil, pero desde Nuevos Destinos by Mara, queremos ayudarte y explicar qué encontrar en las diferentes zonas. En Francia es muy sencillo preparar un viaje a medida gracias a agencias de viajes de lujo como nosotros, solo tienes que decidir qué es lo que te interesa ver o qué zonas te faltan por conocer.
El país está muy bien comunicado y cuenta con una infraestructura de primera. Por ello, es fácil combinar diferentes tipos de viaje, del gastronómico o enológico al cultural o el de sol y playa.
Solo hay que decidir qué apetece ver y Francia te lo colocará en bandeja.
¿Qué visitar en París?
Ya te hemos hablado de los hoteles de lujo en París, y es que la capital de Francia es la cuarta ciudad del mundo con más hoteles de cinco estrellas, tras Nueva York, Londres y Dubai. En total, cuenta con 56 hoteles de la máxima categoría.
Más allá de las tiendas de moda, los restaurantes con estrella Michelin y otras experiencias de viaje de lujo, París destaca por sus grandes museos. Imprescindibles son el Museo del Louvre, el Museo de Orsay y el Centro Nacional de Arte y George Pompidou. Tampoco nos podemos olvidar de otros más especializados como el Museo Picasso, el Museo Rodin o el Quai Branley, considerado el museo de Antropología más moderno del mundo.
Recorrer las orillas del Sena hasta encontrar la isla con la Catedral de Notre Dame, ahora en reconstrucción, subir a Montmartre o al Arco del Triunfo son otras experiencias inolvidables. O simplemente pasear por Le Marais o el barrio Latino y aprender más del buen vivir de la capital.
En las afueras, un imprescindible es el Palacio de Versalles y, si viajamos con niños, Disneyland París o el parque temático de Asterix y Obelix.
Lugares qué ver en el centro de Francia
Más allá de París, el centro de Francia está lleno de lugares espectaculares. Quizá lo primero que se nos venga a la cabeza son las grandes catedrales góticas de Chartres, Amiens y Reims, consideradas las más importantes del mundo.
Otras ciudades como Orléans o Poitiers también conservan historia, patrimonio y lugares lleno de encanto. Curiosamente en Poitiers, que es una bellísima ciudad medieval, se sitúa el parque temático Futuroscope. Este parque temático está centrado en el futuro, con un montón de atracciones de realidad virtual y espectáculos.
Si nos alejamos de las grandes capitales bellos pueblos medievales como Chauvigny, completamente fortificado.
Orléans, por su parte, es la capital del valle del Loira, una zona Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO con muchos castillos donde dormir. Visitar los castillos del Loira es uno de los imprescindibles que hacer en Francia.
Más que castillos, palacios, son lugares realmente espectaculares que te llevan a otra época, cuando los nobles franceses hacían grandes fiestas y vivían como reyes.
La Costa Azul
La Costa Azul, también conocida como la Riviera francesa es el lugar del lujo y el glamur. Con temperaturas agradables durante casi todo el año, se trata de unas de las zonas favoritas de vacaciones de la jet set a nivel mundial.
La ciudad más poblada de esta zona es Marsella, aunque en Marsella no encontramos este glamur para el que hay que ir a otras localidades como Antibes o Saint Tropez.
No podemos olvidarnos tampoco de Niza o de Cannes, donde se celebra el festival de cine de mayor prestigio del mundo, sirviendo de casa para las mayores estrellas del celuloide.
Aunque no es estrictamente Francia, si vamos por esta zona no podemos olvidarnos de visitar Mónaco o pisar el Casino de Montecarlo, un país independiente pero situado en mitad de la Costa Azul y que está preparado para el viajero de lujo.
En el interior también hay ciudades realmente interesantes. Quizá Montpellier es la más conocida, pero Nîmes te sorprenderá con sus restos romanos y Avignon, que fue sede papal, es la más monumental, siendo Patrimonio de la Humanidad. Además, en Avignon se celebra uno de los festivales de teatro más importantes del mundo.
Normandía
Normandía, en el noroeste del país, es otro de los lugares imprescindibles en un viaje a Francia.
Sin duda, el rincón más famoso es el Mont Saint Michel. Esta ciudad amurallada se alza como un castillo junto al mar. Cada vez que sube la marea, la ciudad queda completamente aislada. Habitual en excursiones de día, dormir dentro de la misma y poder visitarla cuando los turistas ya se han ido es otra de esas experiencias solo disponibles para los más privilegiados.
Los amantes de la historia moderna disfrutarán visitando la playa del Desembarco de Normandía, que supuso el final de la II Guerra Mundial, así como las ciudades de Bayeux, la primera en ser liberada o Le Havre, cuya reconstrucción fue tan perfecta que también es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Tampoco nos podemos olvidar de Rouen, una ciudad más medieval y monumental o de Caen.
Occitania y la ruta de los cátaros
Occitania, justo al otro lado de los Pirineos, también merece una visita. Empezamos por Toulouse, la cuarta ciudad más grande de Francia tras París, Marsella y Lyon. Conocida como la Ciudad Rosa por el color característico de sus ladrillos ha sido declarada por el Gobierno como la Ciudad del Arte y la Historia con una de las zonas protegidas más grandes de Europa.
Cerca de Toulouse podemos hacer la ruta de los cátaros y llegar a ciudades increíbles como Carcassone, la ciudad fortificada más impresionante del mundo o Albi, que cuenta con la catedral gótica en ladrillo más alta del mundo y un palacio episcopal hoy museo de Touluose-Lautrec realmente impresionante, ambos lugares Patrimonio de la Humanidad.
En plenos Pirineos se encuentra Foix, otra ciudad monumental que ofrece paisajes increíbles. Desde allí podemos ver los castillos cátaros más importantes como Montségur, donde se pensaba que estaba el Santo Grial, o Peyrepertuse.
La costa, en la llamada Cataluña francesa, también tiene grandes sorpresas. Imprescindible es el pequeño pueblo de Collioure, donde está enterrado Manuel Machado y se encuentra el castillo de los Reyes de Mallorca.
Perpignan es la ciudad más importante de la zona y también merece la pena y un poco más al norte ya casi en la Costa Azul se sitúa Narbona. Con restos romanos y medievales, aquí también destaca Les Grands Buffets, el único bufé libre de lujo del mundo, donde hasta los cocineros estrella Michelin vienen a comer.
Alsacia y Lorena
Alsacia y Lorena, junto a la frontera con Alemania son otras de las regiones más interesantes que visitar en Francia. De hecho, ambas regiones han formado parte de Alemania durante gran parte de su historia. Eso les ha hecho tener una idiosincrasia y una arquitectura propia que merece la pena conocer.
Podríamos empezar con las capitales de cada región, la bellísima Estrasburgo en Alsacia, que mezcla tradición y vanguardia y la ciudad de Metz en Lorena.
Además de Metz, Nancy destaca en Lorena como una ciudad imprescindible y la ciudadela de Belfort.
Por su parte, en Alsacia hay que mencionar Colmar y sus canales. También Kaysersberg, declarado el pueblo favorito de los franceses o Eguisheim.
También en la zona este de Francia tenemos los Alpes, con la ciudad de Annecy como punto de partida y, ya más cerca del centro Lyon, una de las urbes más importantes del país. En los Alpes hay fantásticos hoteles en la montaña con piscina y resort de montaña, ideales para los amantes de los deportes de invierno.
Burdeos y el País Vasco Francés
Para acabar con este recorrido de viaje a Francia, vamos a hablar de Burdeos, la capital de Aquitania y del País Vasco Francés, al sur de dicha región.
Burdeos es una ciudad espectacular. Desde la puerta Cailhau, su puente sobre el río Garona o su Catedral, está llena de lugares que ver y visitar. Además, no podemos olvidarnos del vino de Burdeos. Su arquitectura clásica del XVIII es perfecta para pasear.
En el País Vasco francés tenemos que empezar hablando de Biarritz, otro de los destinos favoritos de la jet set internacional. Aquí se mezclan caseríos clásicos vascos con villas de lujo, ya que en un principio era un pequeño pueblo de pescadores.
Tiene también grandes plazas, que también podemos ver en San Juan de Luz, Hendaya o Anglet, otras de las paradas imprescindibles de esta zona.
Desde Hendaya, además, podemos cruzar en un pequeño barco a Hondarribia, en España, y una de las capitales gastronómicas del País Vasco.
Y a ti, ¿qué zona para un viaje a Francia te gusta más? Contacta con nosotros para que te preparemos un viaje completamente a tu medida.