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Los viajes sostenibles son el futuro del turismo. Si la industria turística quiere sobrevivir al cambio climático, debe encontrar la manera de reconvertirse en una actividad positiva para el entorno. No solo necesita enamorar a los viajeros, sino también que los locales disfruten de sus beneficios, así como el entorno natural.
Aunque hablamos de futuro, la verdad es que los viajes sostenibles son también parte del presente. Ha sido el sector del turismo de lujo el primero en incorporarlo como una de sus señas de identidad, pero poco a poco está calando también en otros sectores.
No hace falta grandes inversiones económicas para poder disfrutar de un viaje sostenible. Principalmente, lo que se requiere es compromiso por parte del viajero y de sus anfitriones.
Eso sí, los viajes sostenibles no son compatibles con la filosofía del turismo low cost. Ese turismo de consumo rápido que solo trata de tachar elementos de una lista de cosas que ver, gastando lo menos posible y sin preocuparse por la destrucción dejada a su paso. En los viajes sostenibles, el viaje debe ser enriquecedor y hasta transformador.
Debe permitir al viajero empaparse de la cultura que visita y tener un impacto positivo en la misma. Que tras haber pasado por allí, su huella permanezca. Una huella que debe ser también un granito de arena para el enriquecimiento e intercambio cultural.
Antes de seguir reflexionando sobre este tipo de turismo, entendamos mejor a qué nos referimos por viajes sostenibles.
¿Qué son los viajes sostenibles?
Para definir los viajes sostenibles, que mejor manera que acercarnos a la definición de la Organización Mundial del Turismo.
Según la OMT, los viajes sostenibles son aquellos que tengan completamente en cuenta su impacto económico, social y medioambiental actual y futuro, atendiendo las necesidades de los visitantes, la industria, el medioambiente y las comunidades anfitrionas.
En otras palabras, podemos decir que los viajes sostenibles son aquellos que tienen un impacto positivo en el lugar que se visita. Este impacto positivo tiene que conllevar obligatoriamente la posibilidad de poder seguir haciéndose en el futuro.
Es decir, que no ponga en peligro la continuidad de las comunidades locales en dicho entorno.
Aunque puede parecer algo sencillo, no es tan fácil encontrar viajes sostenibles. En un momento en el que la emergencia climática es cada vez más urgente, nos encontramos en una situación de transición.
Conviven dos modelos de turismo, el de turismo sostenible y el turismo low cost, y aunque parece que el sostenible se terminará imponiendo, aun hace falta un cambio de mentalidad en la sociedad.
Para muchas personas, cuando planean un viaje, lo único importante es el precio. Quieren gastar poco y ver lo máximo posible. Esto conlleva malas condiciones laborales para las poblaciones locales, empobrecimiento y también un empobrecimiento de la experiencia, que se basa en que muchas personas puedan pasar por un lugar para hacerlo rentable.
Los viajes sostenibles son más pausados y agradables. Permiten un acercamiento real a la cultura local, una manera de conocer de cerca otras costumbres y otras formas de ver la vida.
Haciendo ecoturismo, podremos visitar lugares increíbles, disfrutarlos y formar parte de una iniciativa alejada del turismo de masas.
Características de los viajes sostenibles
Pero, ¿cómo sabemos si estamos ante viajes sostenibles? En primer lugar, la mayor parte de los viajes sostenibles están etiquetados como tal, al menos si lo adquirimos a través de una agencia.
Por el contrario, si vamos a viajar por nuestra cuenta, tendremos que pararnos a pensar si nuestro viaje cumple una serie de características.
Podríamos hacer una checklist que incluyera:
- ¿Cuánto afecta mi viaje al medio ambiente y cómo podría paliar las emisiones de carbono asociadas al viaje?
Para esto existen diferentes programas de compensación de emisiones de carbono, que permiten tener un impacto cero en el calentamiento global.
- ¿Qué experiencias de contacto con las culturas autóctonas voy a tener?
Por otra parte, un viaje sostenible también trata de conocer otras culturas. En este punto hay que preguntar qué actividades que nos permitan conocer la cultura anfitriona vamos a tener. Pueden ser gastronómicas, culturales como conciertos o espectáculos, antropológicas, etc.
- ¿Cómo va a ayudar mi viaje a las comunidades locales?
Por último, toca preguntarse sobre el impacto real del viaje en las comunidades que vamos a visitar. ¿El dinero que vamos a invertir en el viaje, les va a repercutir? ¿Los negocios en los que vamos a consumir (hoteles, restaurantes, guías…) tienen propietarios locales? ¿Tienen sus empleados condiciones laborales dignas?
Según respondamos a estas preguntas, sabremos si estamos o no ante un viaje sostenible.
Opciones de viajes sostenibles
Ahora que ya hemos visto las características de los viajes sostenibles podemos ver cuáles son las opciones más habituales. Lo que decidamos dependerá de nuestros gustos, pero también de nuestro presupuesto.
Dependiendo de si queremos un viaje a larga o corta distancia, si preferimos evitar el avión o el nivel de lujo que estamos buscando, las opciones serán diferentes.
A continuación, vamos a hablar de los más habituales.
Viajes de larga distancia con agencias especializadas
Si queremos viajar a un destino lejano, contar con agencias especializadas en turismo sostenible es la manera más fácil de hacerlo. Normalmente, las propias agencias nos pueden ofrecer los programas de compensación de emisiones (porque tendremos que tomar vuelos), así como un paquete de actividades y alojamiento que cumpla con las máximas de este tipo de turismo.
Por ejemplo, si queremos viajar a un lugar que de entrada parece poco proclive a la sostenibilidad como un resort todo incluido en un lugar como Maldivas, pueden elegir alguno donde no se utilicen plásticos, que funcione con energía solar y que disponga de algún programa de protección en una reserva marina.
El viajero puede, por tanto, tener el menor impacto ambiental, así como participar en actividades en el programa de protección, ayudando a la conservación de la flora y fauna local.
Este tipo de iniciativas también la vemos en otros destinos como los safaris. En estos viajes ya se pagan precios elevados por la entrada a los parques nacionales, que sirven para preservar la fauna frente a los cazadores furtivos, pero en muchos lodges de lujo también tienen actividades con comunidades locales y sus propios programas de conservación natural de manera independiente.
Lo bueno de este tipo de viaje es que la agencia de viajes a medida se encarga de prepararlo todo. Tendrás viajes personalizados teniendo en cuenta tus gustos pero también
Viajes por tu cuenta en tu entorno más próximo
Otra forma de hacer viajes sostenibles a disposición de cualquier persona es el llamado turismo de kilómetro cero. Se trata del turismo que se hace en las proximidades y en el que también se mantiene la misma política de buscar el impacto positivo.
Normalmente, a estos destinos podemos llegar en transporte público o en vehículo eléctrico y permite conocer el patrimonio cultural y natural que nos rodea. Las Ciudades Patrimonio de la Humanidad en España, por ejemplo, son opciones muy cerca de la mayor parte de poblaciones del país y permite conocer lugares con una gran importancia histórica y cultural.
Sin embargo, los viajes sostenibles van mucho más allá. Si quieres seguir esta filosofía, puedes visitar el pueblo más cercano que tengas, ver su patrimonio, conocer sus parques o su gastronomía típica. Muchas veces no hace falta buscar gastronomía exótica para encontrar platos muy diferentes que no conocíamos, sino basta con viajar 10 o 20 kilómetros.
En este sentido, los viajes sostenibles son algo que podemos incorporar en el día a día. Pasear por un pinar cerca de casa, ir a la playa más cercana o acampar una noche para ver las estrellas. No siempre el turismo de este tipo implica grandes desembolsos económicos.
Rutas en tren
El tren se configura como uno de los principales aliados de los viajes sostenibles. Los viajes de lujo en tren en opciones como el Transcantábrico en España o el Blue Train South Africa, ofrecen una experiencia de viaje completa, con verdaderos hoteles de lujo sobre raíles.
Sin embargo, no hace ir al máximo exponente, también podemos hacer viajes en tren más económicos. La alta velocidad en España está cada vez más extendida y se ha convertido en una buena alternativa al avión.
Hacer una ruta entre los lugares más importantes que ver en Japón en shinkasen o un Interrail por Europa, incluyendo sus trenes nocturnos, es otra manera de conocer escenarios con un impacto medioambiental muy inferior.
Podemos compensar emisiones de aviones y cruceros de lujo, pero si elegimos el tren, esas emisiones serán prácticamente inexistentes.
Opciones de lujo sostenible
Por último, tenemos que mencionar el lujo sostenible. Este tipo de viajes sostenibles tienen algo muy claro: el viajero no quiere renunciar ni a un ápice de bienestar. Afortunadamente, no tiene por qué hacerlo.
Las grandes cadenas hoteleras de lujo han encontrado en la sostenibilidad un valor diferencial importantísimo. Más allá de un servicio de primera y de ofrecer el confort esperable para un hotel de cinco estrellas, que la experiencia sea sostenible es algo por lo que merece la pena pagar.
Al fin y al cabo, son los usuarios de este tipo de servicios los que tienen un mayor margen de maniobra para poner su granito de arena en la construcción de un mundo mejor. Son los que se pueden permitir unas vacaciones increíbles pero con la consciencia tranquila al saber que no están contaminando y que, además, están ayudando a preservar espacios naturales.
Si quieres hacer viajes sostenibles, podemos crear un viaje a tu medida. Dinos qué es lo que quieres y nos ponemos manos a la obra.